miércoles, 24 de marzo de 2010

ARRIBES DEL DUERO (SALAMANCA)









UN AUTÉNTICO PARAISO

Días: 13. 14 y 15 febrero

Participantes: Julián y Lourdes

Dia 13-Sábado

Tenemos que llegar hasta la frontera con Portugal, así que después de un buen madrugón hacia el mediodía llegamos a un pueblecito llamado Pereña, donde esta señalizada la ruta hacia el Pozo de los Humos. Seguimos por un camino hasta llegar a un recodo donde nos colocamos las botas, bastones y cómodamente, después de una media hora, llegamos a la cascada, del río Uces, que dadas las lluvias de este invierno cae vertiginosamente y dejando una postal inolvidable.

Al regresar al coche hay un cruce hacia la GR14 que enlaza todos los Arribes, de norte a sur, y decidimos caminar un rato por la senda para ver si llegamos a Masueco y vemos la cascada desde otra perspectiva. El camino se ve andado, con rodadas de bicicleta y entre hojarascas y hierba, abancalamientos, vacas, peñas, arboles… Recorremos alrededor de 3 kilometros que nos llevan hasta una carretera y decidimos volver y visitar la ermita del Castillo de Pereña. Es obligatorio llegar hasta aquí si quieres tener una vista inolvidable del balcón hacia el cortado del Duero. Las vistas son espectaculares.También visitamos el Picón de Felipe y el mirador del Fraile en Aldeadavila, que tienen unas vistas impresionantes al cortado que separa España-Portugal y en cuyos balcones puedes observar la cantidad de aves que se encuentran anidando en las rocas y que sobrevuelan sin parar desde una orilla a otra. Nos hospedamos en una casita rural en medio del pueblo y después de cenar requetebién vamos a dar una vuelta por el pueblo a ver la iglesia, pero es mas bien vueltita porque estamos a menos 2 grados y el frío no te permite hacer muchas cosas más.

Día 14-Domingo

Madrugamos para aprovechar el día, tenemos que limpiar el hielo de los cristales del coche antes de emprender el camino hacia el pueblo de Villarino donde está el balcón de la Faya . Abajo se encuentra el paraje de Ambas Aguas. Donde se une el Tormes y el Duero. Hay un par de molinos en ruinas y un sendero precioso que nos lleva hasta el puesto de guardia de los Carabineros, que se encuentra abandonado y que sigue interminable paralelo al Duero.

Nos dirigimos hacia el pueblo de Fermoselle, conjunto histórico artístico, que se encuentra en la provincia de Zamora, tiene una plaza preciosa, restos de un castillo y un convento para visitar. Despues de pasear por el pueblo nos vamos hacia Salamanca, entre dehesas con vacas, toros, caballos, donde se nota las abundantes aguas de este invierno. Todo está verde y rezumando agua por todas las cunetas. Llegamos a Ledesma, donde hacemos parada para visitar el pueblo precioso, con murallas, puente romano, una plaza muy bien cuidada, pero las temperaturas que rondan 1º-0º invitan mas a tomar un buen caldo que a pasear. Comemos y nos dirigimos a Salamanca capital.

Mientras se disputa Salamanca-Elche, con victoria franjiverde, Lourdes aprovechar la tarde del domingo para pasear por Salamanca. No hay mucha gente, pero está abierto el Convento de San Esteban, con retablo churrigueresco, y la plaza mayor es digna de ver una y mil veces. Recomiendo probar el hornazo típico (empanada con chorizo, lomo y jamón) que una vez que cada uno acabo con sus tareas?? Alguno con mas trabajo que otras. Compartimos, estaba buenisiiimo.

Día 15-Lunes

Despues del desayuno, fuimos a dar una vuelta por Salamanca. Vimos la plaza mayor, el claustro de la Casa de las Conchas que antes de las 9 de la mañana ya estaba abierto, llegamos a la catedral nueva, de la cual nos impresionó sus enormes pilaresy la altura que alcanzan sus bóvedas y a las nueve fuimos a ver la Universidad, preciosa, que bien conservada tienen el Aula Magna y las aulas donde daban clases Fray Luis de León y Unamuno. Una visita muy aconsejable. A continuación, bajando hacia el Tormes vimos el puente romano, el verraco, los jardines de Calixto y Melibea, y por ultimo subimos hacia el Convento de las Dueñas a comprar unos dulces y a ver el claustro, el cual nos sorprendió por sus capiteles tan espectaculares.

Caían unos copos y ya nos pusimos en marcha. Tocaba regresar al dulce hogar. Antes de atravesar Guadarrama empezó a nevar, pero no llegaba a cuajar en el asfalto. Con mucho tráfico y un poco más despacio atravesamos Madrid con idea de comer en Chinchón, pero cuando hicimos el cruce la estrecha carretera a la que se veía la nieve en sus arcenes nos hizo retroceder y decidimos ir a Tarancón, al lado de la autovía. El pueblo nos sorprendió desfavorablemente, pero comimos bien y llegamos a nuestro destino ya anocheciendo. No sólo de montes vive el hombre.

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